
Como con un viejo conocido, de tanto verlo, su imagen exacta no es todo lo que vemos.
La verdad de la apariencia, la realidad, se diluye y aparece otra cosa, cruzada de emociones.
Este mal dibujo del Puente, inexacto, es una irreverencia. De esas que se perdonan entre amigos.
Y se parece al Puente que veo, más que una foto.
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